Rosa y Francisco, un matrimonio jóven de Las Torres de Cotillas, han conseguido negociar un alquiler social al no poder pagar la hipoteca de su vivienda. Najat y Amar, una familia de jornaleros que han trabajado más de 10 años en el campo de Cartagena, han conseguido que se les conceda la dación en pago. Victor, un jóven afincado en Torre Pacheco, ha conseguido después de luchar durante más de un año con la CAM que se le conceda la dación en pago.
Cada vez son más las familias que comprendren que el problema de pagar la hipoteca no es una cuestión que atañe solo al dinero. Sino que se trata de una autentica lucha por la dignidad y por el futuro. Una lucha colectiva en defensa de los derehos -inexistentes- de las personas afectadas por la estafa hipotecaria. Cada vez son más las familias que son conscientes de la necesidad de unirse y defenderse de los ataques de los bancos, con sus estrategias planificadas de esclavitud en pleno Siglo XXI -antes paga a tu banco que dale de comer a tus hijos; de defenderse ante los ataques de las corporaciones locales que olvidan su obligación de atender a los más necesitados; de defenderse ante los ataques de unos cuerpos represivos que lejos de defender al ciudadano parecen defender los intereses economicos que se escudan en la legalidad más rancia y más ajena a la moralidad y a la democracia política que hayamos visto en este país.